El artículo publicado en el Observatorio de la Innovación Educativa por Educación digital: El remedio para las fake news, alerta del peligro de las noticias falsas haciendo referencia al ámbito de la salud. La rapidez cómo en el ecosistema digital una interpretación de información, intencionada o malcomprendida puede generar un efecto perverso respecto a temas de salud y la percepción ciudadana. Cita el documento como ejemplo de noticias falsas:
Recientemente, el sarampión ha atacado de nuevo en Rumania, cobrando la vida de docenas de personas, la mayoría niños. Al mes de junio se registraban 200 contagios por semana. Estados Unidos, tras 18 años de haber erradicado el sarampión, presentó varios casos en el 2014, un paciente cero contagió a 125 niños en Disneylandia. Ninguno de ellos estaba vacunado.
¿Por qué los padres no están vacunando a sus hijos cuando el riesgo de contraer enfermedades es tan claro? ¿Será que una noticia sin bases les ha hecho pensar que no tienen opción?
En 1998, la revista médica Lancet publicó un artículo escrito por un doctor llamado Wakefield, en el que se afirmó que la inmunización podía producir autismo. La revista tardó 12 años en retractarse de ese contenido falso, pero para entonces era tarde. Ya existían grupos que se oponían a la vacunación de los niños y promovían la desinformación generada desde ese primer artículo tendencioso. Además, durante este tiempo vimos el boom de las redes sociales que ayudaron a diseminar rápidamente información de todo tipo alrededor del mundo.
Una sola noticia falsa puede causar una crisis mundial de salud, un desbalance económico o hasta un brote de violencia. Aprender a distinguir la información falsa de la verdadera no solo es un asunto de ética, es una cuestión de bienestar mundial. ¿Pero cómo lo hacemos?
Refiere la autora como “especialistas en educación y divulgación de datos se han estado preguntando con más ánimo durante la última década, las respuestas que varios de ellos tienen son esclarecedoras y disponen un panorama favorable para el desarrollo del pensamiento crítico en la era digital.”
La cibersalud, tal como refiere la OMS requiere a la par de desarrollos tecnológicos de un ciberaprendizaje, atender al factor humano como mediador indispensable en los procesos que optimiza (y acelera) la tecnología.